Hace mucho escuche una frase que hasta ahora vengo a entender…la escuche de una mujer anciana aconsejando a alguien acerca de los dolores del corazón. “un corazón roto hay que guardarlo en un cajón, donde nadie pueda verlo solamente que este ahí sanando para uno solo”- decía en medio de su sabiduría de los años que había vivido. Un año después murió.
Estas palabras han llegado a mí de nuevo entre mis recuerdos, ahora que siento que mi corazón se rompió en mil pedazos dejando un hueco en medio de mi pecho y sentir como se hunde poco a poco este dolor hasta calar en lo más profundo de mi ser. Ahora entiendo dichas palabras, lo complicado es como guardar todos los pedazos en el cajón… para que nadie los vea, y asegurarse de meterlos todos para que no duela cada recuerdo que viene a mi cabeza.
Creo que jamás pensé en sentir esto, siempre me he caracterizado por ser una persona fuerte, que superaba las cosas de una manera rápida y que era fuerte en los términos del corazón. Creo que enamorarme no lo había permitido por miedo de sufrir… muchas parejas pero ninguno había logrado tocar mi corazón, claro tengo muchas historias, y muchos dolores también, pero no había experimentado uno como este… es esa sensación de querer gritar, de querer salir corriendo, de golpear a alguien tan fuerte que toda tu ira se desfogue de algún modo, de llorar hasta el cansancio o simplemente arrancarte ese dolor del pecho… pero solo puedes detener tus pasos y ahogar tus gritos, llorar en silencio y soportar ese dolor…y esperar que esa sensación pase... esperar a que todo pase.
Es frustrante solo tener que quedar viendo y esperar…. Ver cómo pasa la vida a tu alrededor…y aun así esperar a que este dolor pase, o que alguna clase de milagro suceda…
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